Mientras se considera esta medida, se observan antecedentes de bonos emitidos en la década de los 80 como respuesta a desafíos financieros, recordando a los argentinos una era de inestabilidad económica y diversas estrategias para hacer frente a las crisis.
El anuncio del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, sobre la posible emisión de una cuasimoneda para afrontar los gastos de la administración provincial evoca episodios similares que tuvieron lugar durante la crisis económica de 2001. Sin embargo, también se encuentran antecedentes de bonos emitidos para cancelar deudas en la década de los 80.
Este recurso surge como consecuencia de las restricciones impuestas por la ley de Convertibilidad al Banco Central, que le impedían emitir pesos sin respaldo de reservas, manteniendo una paridad 1 a 1 con el dólar estadounidense.
En el ocaso de la presidencia de Fernando de la Rúa, después de una década de la Convertibilidad, el déficit fiscal en aumento y la dificultad para financiarlo a través del endeudamiento llevaron al entonces presidente a recurrir a Domingo Cavallo, el creador del régimen, para resolver la crisis económica. A pesar de medidas como la reintroducción del impuesto al Cheque y la política de “déficit cero”, la situación no pudo solventarse adecuadamente.
En agosto de 2001, se anunció la emisión de las Letras de Cancelación de Obligaciones Provinciales (Lecop) por $1.000 millones. Este intento se vio complementado al año siguiente, ya bajo la presidencia de Eduardo Duhalde, con una segunda emisión que totalizó $3.271,6 millones.
Marcelo Calniquer, en su portal “Billetes argentinos”, destaca que debido a la falta de disciplina fiscal, la recesión económica y la ausencia de financiamiento voluntario, los gobiernos subnacionales comenzaron a emitir bonos “sustitutos de moneda”. Así, coexistieron diecisiete signos monetarios, incluyendo diversas cuasimonedas provinciales.
Este fenómeno se tradujo en aproximadamente el 50% de la circulación monetaria, distribuida entre quince cuasimonedas a lo largo del país. Aunque este episodio evoca la crisis de 2001, es relevante señalar que antecedentes remotos ocurrieron en la década de los 80, cuando algunas provincias emitieron bonos, aunque en ese momento no existían restricciones legales para que el Banco Central emitiera australes.