En septiembre de 2024, las jubilaciones recibieron un ajuste del 4,03% y un bono de $70 mil, pero la pérdida de poder adquisitivo sigue afectando gravemente a los jubilados, con una caída real del 24,22% en comparación al año pasado.
En septiembre de 2024, las jubilaciones en Argentina experimentaron un incremento del 4,03%, alineado con la inflación registrada en julio. Este ajuste elevó el haber mínimo a $234.540, una cifra que incluye el bono compensatorio de $70 mil, manteniendo el ingreso total en $304.540 para aquellos con haberes más bajos. Sin embargo, este aumento nominal no ha logrado contrarrestar la pérdida de poder adquisitivo que afecta a gran parte de los jubilados.
Caída del poder adquisitivo
Un informe reciente del Frente Renovador subraya la gravedad de la situación: a pesar del aumento, el poder adquisitivo de las jubilaciones mínimas ha caído un 24,22% en comparación con septiembre de 2023. Desde diciembre del año pasado, la pérdida real se calcula en un 19,21%. Aunque las jubilaciones superiores al mínimo han tenido descensos menos pronunciados, estos aún son significativos: un 16,95% interanual y un 5,40% desde diciembre. Este deterioro se ve agravado por el hecho de que el bono compensatorio, que podría haber ayudado a mitigar el impacto, se ha mantenido congelado.
Comparativa en dólares y la necesidad de un ajuste mayor
La situación es aún más alarmante cuando se mide el valor de la jubilación mínima (incluido el bono) en dólares. Al ajustar por la inflación en dólares del 68% desde diciembre de 2023, el monto pasó de U$267,39 a U$236,26, reflejando una caída real del 11,54%. Para mantener el poder adquisitivo en niveles similares a los de septiembre de 2023, el bono debería haber sido de $170 mil, una cifra que dista mucho de los $70 mil actuales, vigentes desde marzo. Este congelamiento ha resultado en una pérdida significativa en términos reales para los jubilados, quienes ven cómo su capacidad de compra se erosiona mes tras mes.
Nuevo sistema de movilidad y sus desafíos
Este reciente ajuste en las jubilaciones se enmarca dentro de la nueva fórmula de movilidad jubilatoria implementada por el gobierno de Javier Milei. El sistema, que ajusta los haberes mensualmente en función del Índice de Precios al Consumidor (IPC), sustituyó el mecanismo anterior que otorgaba aumentos trimestrales basados en una combinación de salarios y recaudación previsional. A pesar de un ajuste adicional del 12,5% para cubrir parte de la inflación de enero de 2024, el impacto para muchos jubilados sigue siendo negativo, evidenciando las limitaciones del nuevo esquema frente a la alta inflación que enfrenta el país.
La combinación de estos factores plantea un desafío considerable para los jubilados, quienes, a pesar de los aumentos nominales, continúan viendo cómo su calidad de vida se deteriora, atrapados en un sistema que no logra mantener el ritmo frente a la inflación galopante y la devaluación de la moneda.