Productores rurales advierten que el tributo pone en peligro su supervivencia, mientras el sector atraviesa una grave crisis económica y climática.

El reclamo por la eliminación de las retenciones, un tema históricamente sensible para el agro argentino, ha cobrado fuerza en los últimos días. Con costos en aumento, precios internacionales en baja y una situación climática adversa, los productores rurales alertan sobre un panorama crítico que amenaza con llevarlos al quiebre. Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) emitió un contundente comunicado en el que advirtió: “Están firmando la desaparición del productor”.
Un reclamo que recorre el país
La preocupación no es exclusiva de una región. Provincias como Entre Ríos, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba han sido escenario de manifestaciones y pedidos de medidas urgentes. Aunque la Mesa de Enlace, principal órgano de representación del sector agropecuario, se ha mostrado cautelosa, el malestar entre los productores crece. Desde CRA subrayan que la demora en eliminar las retenciones podría tener consecuencias devastadoras, incluyendo cesaciones de pago y un impacto severo en las economías locales.
La promesa pendiente de Javier Milei
Durante la campaña presidencial, Javier Milei prometió eliminar las retenciones, un compromiso que le valió un amplio apoyo del sector rural. Sin embargo, a más de un año de asumir, esa promesa sigue sin concretarse. Aunque el ministro de Economía, Luis Caputo, ratificó que la medida se implementará, sugirió que podría extenderse hasta el próximo año, algo que los productores consideran inaceptable.
“El tiempo se acaba”, sostienen en CRA, mientras resaltan que actividades clave, como la soja, ya registran márgenes negativos. Frente a la creciente presión fiscal y la falta de avances concretos, muchos en el sector temen que el compromiso quede solo en palabras.
Un sector en crisis y sin margen de espera
El panorama actual configura lo que desde el agro califican como “una tormenta perfecta”: altos costos de insumos, precios internacionales desfavorables y la persistencia de retenciones. En este contexto, el campo advierte que solo la eliminación inmediata de este tributo podría evitar un colapso generalizado.
El gobierno de Milei enfrenta así una prueba crucial. La presión del sector que lo respaldó en las urnas no solo pone en riesgo su vínculo con una de las principales bases de apoyo, sino también la estabilidad económica de las regiones más productivas del país.
