Fri. Dec 5th, 2025

Las tensiones internas, la relación con Milei y una reunión clave en Buenos Aires marcan un punto de inflexión para el PRO. Macri endurece su postura y exige condiciones para cualquier acercamiento.

El PRO en la provincia de Buenos Aires atraviesa una semana cargada de cruces internos y señales contradictorias. Una foto que muestra a Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro junto a Karina Milei desató el enojo de los sectores más duros del partido. En respuesta, Mauricio Macri se reunió con Ritondo, Jorge Macri y Pablo Petrecca para fijar límites y reafirmar su rol como figura central. El mensaje fue claro: no habrá alianza con los libertarios sin su aval y participación directa.

Macri puso tres condiciones para avanzar en territorio bonaerense: reducir las tensiones en la Ciudad de Buenos Aires, garantizar la confección conjunta de listas según el peso local de cada espacio, y que cualquier negociación se haga entre los máximos referentes: él y Javier Milei, sin intermediarios. La exigencia apunta a evitar que el PRO vuelva a perder espacios clave, como ocurrió al inicio del actual gobierno.

Desde el oficialismo libertario no disimulan su desdén. El vocero presidencial, Manuel Adorni, dijo que el PRO “está en proceso de disolución” y desde el entorno de Karina Milei aseguran que ya no hay conducción unificada en el partido amarillo. En el PRO responden que La Libertad Avanza busca absorberlos sin reconocer su estructura territorial. En este contexto, la reunión partidaria del martes será clave: se debatirá si sellan un frente común, si se pliegan a las listas libertarias o si compiten por separado. Con fechas ya definidas para la inscripción de alianzas, la tensión es máxima y el futuro del PRO bonaerense sigue en el aire.