Exfuncionarios desplazados, atentados y acusaciones de manejos turbios complican a referentes del espacio libertario en el conurbano bonaerense. El caso ANSES en Avellaneda encendió las alarmas.

La interna de La Libertad Avanza en Buenos Aires quedó al desnudo tras una serie de hechos que vinculan a dirigentes del espacio con barras bravas, amenazas y presuntas redes de corrupción en organismos estatales. El episodio más grave ocurrió el 7 de marzo, cuando el exdirector de ANSES en Wilde, Martín Irrazabal, sufrió un ataque a tiros en Gerli. Según denunció, fue perseguido por una moto que disparó contra su auto sin mediar palabra. Días antes, había sido desplazado por Julián Laham —un funcionario con pasado en distintos espacios políticos— y denunció públicamente amenazas, malos tratos y un sistema de jubilaciones irregulares dentro de la agencia.
Detrás del movimiento de piezas en ANSES aparece Fabricio Martínez, exjefe de la barra de Deportivo Laferrere y actual coordinador libertario en la tercera sección. En nombre de Sebastián Pareja, operador de la Casa Rosada en la provincia, Martínez habría tejido una estructura paralela que se expande por varias oficinas públicas. Su figura genera ruido incluso dentro del propio oficialismo: participó en actos con Patricia Bullrich y fue protagonista de escenas violentas en el pasado, incluido un atentado en 2022 donde recibió más de 30 disparos.
El escándalo no se agota en Avellaneda. En distintos puntos del conurbano, surgen denuncias por amenazas, apropiación de tierras y negocios turbios vinculados a fondos públicos. Mientras tanto, crece el malestar interno en LLA. Una reciente reunión por Zoom fue saboteada con un video pornográfico mientras hablaba Pareja, en un gesto que expuso el nivel de fractura dentro del espacio. En este contexto, el silencio del gobierno nacional contrasta con la gravedad de los hechos.
