Fri. Dec 5th, 2025

El fotoperiodista herido por una cápsula de gas lacrimógeno durante la represión en el Congreso continuará su recuperación en un centro de rehabilitación. El caso es investigado por la Justicia Federal.

Pablo Grillo, el reportero gráfico de 35 años que había resultado gravemente herido durante una marcha en defensa de los jubilados frente al Congreso, fue dado de alta este martes tras casi tres meses de internación en el Hospital Ramos Mejía. El 12 de marzo, mientras cubría la protesta, fue alcanzado en la cabeza por una lata de gas lacrimógeno disparada por Gendarmería, lo que le provocó múltiples fracturas de cráneo y pérdida de masa encefálica.

La salida del hospital estuvo marcada por una fuerte carga emotiva: familiares, amigos y colegas lo despidieron con aplausos y cánticos. Grillo fue trasladado al Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, donde continuará con tratamiento ambulatorio durante la semana, mientras espera una nueva cirugía para tratar la hidrocefalia que le dejó el impacto. Durante la internación, atravesó varias operaciones y permaneció semanas en terapia intensiva, con momentos significativos como el día en que logró ponerse de pie.

La causa judicial que investiga el accionar de Gendarmería está a cargo del Juzgado Federal N°1, luego de que se resolviera una disputa de competencia. La denuncia fue impulsada por la Procuvin y por la familia del fotógrafo. Aunque la ministra de Seguridad Patricia Bullrich defendió al agente que disparó, asegurando que actuó bajo protocolo, imágenes captadas por un drone contradicen esa versión. La cuenta de Instagram “Justicia por Pablo Grillo” se convirtió en el canal principal para difundir actualizaciones del caso y mensajes de apoyo.